viernes, 28 de junio de 2013

Incertidumbre

No es el miedo, la ira o el enojo el peor enemigo. Lo es la incertidumbre. 


Cuando uno tiene una imaginación fugaz y variada, tiende a caer en la incertidumbre. Mezclada con emociones negativas, es lo más poderoso que uno pudiera imaginar cuando de creer en algo se trata. La incertidumbre corroe los pensamientos y ofusca las ideas. Nos hace creer una cosa que no sabemos a ciencia cierta pero que, a consideración, resulta ser la mejor opción. Y es en este momento en el que empiezo a comprender el verdadero valor de la incertidumbre y la excelsa potencia destructora que contiene dentro. Porque no sabes lo que puede suceder en el futuro. Es la incertidumbre la que te puede hundir o la que te puede realzar. De cualquier forma, aún sólo queda una erradicación que muy pocos afortunados cuentan con el valor para regodearse de haberla poseído: la esperanza.